sábado, 26 de febrero de 2011

La red social.



"La red social" nos muestra la historía real de Mark Zuckerberg -creador de la red social Faceook-. Zuckerberg (Jesse Eisenberg) es un alumno de Harvard y genio de la programación, que una noche se sienta a su ordenador y con empeño y entusiasmo comienza a desarrollar una nueva idea. En un furor de blogging y programación, lo que comenzó en la habitación de su colegio mayor pronto se convirtió en una red social global y una revolución en la comunicación. Seis años y 500 millones de amigos después, Mark Zuckerberg se convierte en el billonario más joven de la historia. Pero para este emprendedor, el éxito ha supuesto complicaciones personales y legales... en las cuales aparece su mejor amigo Eduardo Saverin (Andrew Garfield) que reclama parte de los derechos y Shawn Parker (Justin Timberlake) creador de Napster y que intentará aprovecharse del nuevo invento del genio intelectual. Su leyenda reza: "No se hacen 500 millones de amigos sin hacer unos cuantos enemigos".



La película va al ritmo del cerebro de su protagonista -no hay nada más que ver el principio, cuando Zuckerberg está manteniendo varias conversaciones simultáneamente con una chica-, Jesse Eisenberg consigue interpretar su personalidad a la perfección, dejando claro que se trata de un joven frío con expresión de genio, bastante distraido y que posee un ego descomunal. A pesar de su buena actuación -innegable- debo quitarle cierto mérito en el sentido en que parece que siempre realiza las mismas expresiones planas, sinceramente parece que no se esfuerce mucho, en todas las películas tiene la misma pinta de "friki", excepto que esta vez no es un acabado, sino un chico inteligente y con un gran futuro -no por su capacidad de relacionarse, ya que es autista social, sino por su capacidad intelectual-, por lo tanto esto me hace pensar que tiene mucho que ver con la personalidad real de Eisenberg. Por otra parte está Saverin, el amigo traicionado de Zuckerberg, un personaje que llegará al espectador y que lo interpreta un Andrew Garfield espléndido, y finalmente Parker, un embaucador paranoico con una indudable visión de negocio y de un gran carisma que es interpretado por un maravilloso Justin Timberlake que borda cada una de las escenas en las que se convierte en un modelo a seguir por nuestro protagonista.





Fincher nos ofrece un gran trabajo con un guión magnífico de Aaron Sorkin, si Fincher le da el cuerpo al relato Sorkin construye el alma, profundiza. Las imágenes se presentan con un ritmo sorprendente creando una atmósfera extraña, con un sombrío estilo visual que destaca en los 120 minutos del film. La banda sonora caracterizada por sonidos electrónicos llevada de la mano de Trent Reznor y Atticus Ross le va a la historia como anillo al dedo, muy acertada y merecida nominación a los Oscar.



En esta película no hay tiempo para melodramas, las emociones siguen exentas al igual que en el mundo de los negocios, en los que no hay cabida para la amistad o los escrúpulos morales. Nominada a 8 Oscars y ganadora de 4 globos de oro -entre otros premios- esta película se alza entre unas de las mejores de este último año -hecho indudable- pero que a opinión personal no supera a otras nominadas, si gana el Oscar a mejor película me mostraré en desacuerdo, pero si Fincher se lleva el premio me alegraré profundamente. Creo que es una película con un gran nível pero para nada insuperable ni merecedora de tanto premio.



SPOILER:

Maravilloso final con la imágen de un genio atrapado en la trampa de su propio invento.

1 comentario:

  1. Coincido totalmente contigo, a mí me parece que tiene sus atributos "La red social", las relaciones sociales se manejan excelentemente en la cinta, vemos de todo en relación como traición , pasión, soledad, decepción, admiración, astucia, etcétera. Sin embargo le falta más centrarse en el imperio facebook, ser menos romántico en ese aspecto, la interpretación de Zuckerberg como que no me cala demasiado, por eso me parece que está sobrevalorada un poco. Prefiero otras propuestas. Un abrazo.

    Mario.

    ResponderEliminar