Cinema Paradiso.

El mejor regalo que me ha hecho un director en la vida

Aún me emociono cada vez que recuerdo alguna de las escenas de esta maravillosa obra maestra, aún siento en mi interior todo lo que me ha hecho sentir esta película, la vena sensible que alcanza. Cinema Paradiso es fascinante y conmovedora, llevada de la mano de Salvatore Cascio, Philippe Noiret, Marco Leonardi y Jacques Perrin que encarnan de una manera brillante sus personajes principales, y otros como Brigitte Fosey o Enzo Cannavale que se meten en la piel de unos personajes secundarios totalmente definidos, junto con muchos otros que no nos dejan ninguna duda de como son, que les caracteriza o que piensan.



Esta película esta repleta de detalles brillantes, una fotografía de inmensa calidad, una música diferenciada y especial que le da un toque a algunas escenas primordial y un mensaje tan valioso que transmite en pocas palabras algo hermoso y profundo.
Cinema Paradiso nos transmite el mensaje de que hay que vivir y disfrutar lo vivido, pero sobre todo, recordar y revivir todo aquello que nos ha hecho personas, que nos ha ayudado a ser quienes somos.



A través de esta película podemos observar la definición de lo que es el cine, y lo que tiene que llegar a transmitir, divertir, conmover, hacer pensar y recordar. Quizás que el protagonista en casi toda la película sea un niño ayude a apreciar esa ternura que transmite en cada escena, ya que a Totó cuando es pequeño le caracteriza lo que a todos los niños: la dulzura e inocencia.



Cinema Paradiso ha marcado mi vida de tal manera que me resulta imposible el no acordarme día a día de aquella maravillosa película que logró transmitir lo que el cine tendría que mostrarnos en cada proyecto.
Sin ninguna duda y muy felizmente seguiré revisando el mejor regalo que me ha hecho un director -Giuseppe Tornatore- en la vida y recomendando esta película para hacer feliz eternamente a todos aquellos que sigan mi consejo.